La teoría del milagro no está del todo cerrada en el caso de Martín Chaín Núñez, el nene de 3 años que, según contó su padre, se cayó desde un noveno piso mientras jugaba en el balcón de su departamento. La historia de lo que pasó aquel 7 de junio recorrió el mundo entero. Nadie entendía bien cómo, después de haberse precipitado más de 30 metros, el pequeño no había sufrido ni una fractura. La única explicación, hasta ahora, es una “intervención divina”.
Algunos de los médicos que atendieron a Martín en el hospital de Niños aún no salen de su asombro. Incluso uno de los profesionales pidió intervención a “Servicios Sociales”, después de entregar un informe declarando: “el pequeño presenta lesiones que no son compatibles con la mecánica del trauma relatado por los familiares”. El escrito fue adjuntado a la causa que se inició en Tribunales, en la cual se investiga qué le ocurrió a Martín.
El fiscal de la V Nominación, Washington Navarro Dávila, expresó a LA GACETA que la causa no está paralizada y que incluso próximamente se realizarán nuevas medidas para esclarecer cómo se lesionó el niño Chaín. “En un principio, priorizamos la recuperación del pequeño. Tomamos una ampliación declaratoria al jefe de la Terapia Intensiva, doctor Lorenzo Marcos, hicimos una inspección en el lugar de los hechos y ordenamos que un médico forense revise al niño. También solicitamos la intervención en el caso del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF)”, remarcó el fiscal.
Según Navarro Dávila, entre las medidas que aún restan hacer figuran la reconstrucción del hecho y la formación de una junta médica para analizar el caso. “No afirmamos ni descartamos nada”, aclaró.
Durante la inspección en el lugar donde -según el relato del padre- cayó Martín, los efectivos encontraron sobre el piso una placa de chapadur quebrada. Al parecer se rompió por el impacto. El balcón del departamento da a ese patio interno, donde hay tierra húmeda, plantas y escombros. Un detalle que no ayuda mucho al esclarecimiento del caso es que ningún vecino vio ni escuchó nada. No se enteraron porque el accidente ocurrió antes de las 14, cuando la mayoría de ellos se encuentra en sus trabajos, dijeron a LA GACETA.
Las lesiones
Cuando Martín llegó al Hospital de Niños y su papá les dijo a los médicos que había caído del noveno piso, lo llevaron directamente a cirugía y le hicieron una laparotomía exploradora, contó Lorenzo Marcos a LA GACETA. “Esto es abrir la cavidad abdominal y peritoneal para ver si había rotura en las vísceras. No había roturas ni de hígado, ni de vasos ni de intestinos. Sí encontraron un hematoma retroperitonal (una importante colección de sangre que estaba por detrás del páncreas y el riñón)”, explicó.
Con el paso de los minutos los médicos se iban sorprendiendo cada vez más. “Las manifestaciones clínicas no conocordaban con una caída libre de 30 metros de altura”, reiteró Marcos. Y describió: “en la piel no tenía ninguna lesión, ni heridas ni escoriaciones ni sangre. Sólo presentaba un leve raspón en la región lumbar”.
“Además del traumatismo de abdomen, radiológicamente el paciente presentaba un hemotórax, derrame de sangre en la pleura de los dos pulmones. Por eso fue derivado a la terapia intensiva, donde le pusimos asistencia respiratoria mecánica. Me sorprendió verlo tan entero, como si se hubiera caído de una mesa”, comparó Marcos.
“Otra cosa que me asombró fue que no tenía ni una fractura, ni traumatismo de cráneo ni de cara, ni lesiones en las manos, brazos o rodillas, que son las partes que una persona suele tener como defensa ante una caída. Tal vez yo me equivoque, o algo haya amortiguado la precipitación del niño. Pero el cuadro es muy raro. Tendría que tener lesiones muchísimo más severas si hubiera caído de 30 metros. No más caerse de un metro y medio ya proporciona lesiones severas a las personas. Y no es que no sea creyente; sí creo en los milagros, pero en 41 años que llevo en el hospital no he visto muchos”, expresó.
Sin secuelas
A días de recibir el alta médica la mamá de Martín, Florencia, declaró que no podía creer todo lo que había pasado. Ella estaba trabajando cuando le llegó un mensaje de su marido, Máximo, diciendole que el niño se había caído del balcón del departamento en el que vivían, en Mate de Luna al 2.000. Él lo llevó de urgencia al hospital, donde llegó consciente y llorando.
“No sé cómo está vivo”, les decían los médicos. La familia pidió cadenas de oración y el pequeño empezó a mejorar día a día. En una entrevista con LA GACETA, la madre de 22 años dijo estar convencida de que un ángel protegió a Martín y lo explicó así: “una semana antes del accidente, soñé a mi abuelo, que había fallecido dos meses antes. Él tenía adoración por mi hijo. Antes de morir, quería arrancarse las intravenosas para ir a verlo. En el sueño, mi abuelo me decía que le encantaba mi departamento, pero que le daba miedo el balcón. Sin embargo, después me dijo que no me preocupara, porque él siempre lo iba a cuidar. Siempre fui creyente, pero ahora más”.
Martín fue dado de alta después de 19 días internado. Se fue a su casa sin secuelas, sólo con pequeñas dificultades para caminar, que podrá superar sin mayores problemas según dijeron los médicos.
El caso fue publicado en medios nacionales e internacionales, incluso en la agencia de noticias católicas (Catholic News Agency), donde hablaron del “milagro” de Martín.